Esta es mi maleta.¿Quién se anima a contar qué metería en la suya?

    Mi maleta

      Meteré en una maleta las cosas importantes, las que no pesan en kilos, pero sí en lágrimas y risas.

      El cuento de Caperucita que mi madre me leía para conseguir que comiera.

      Las cuatro esquinitas que tenía mi cama con sus 4 angelitos que me la guardaban, cada noche de mi infancia al irme a dormir. Un beso al Niño Jesús, otro a la Niña Virgen y otro a mamá.

      Meteré también el dulzor de las natillas Danone que me compraba mi abuela de la ciudad y el sabor de las mejores patatas fritas que he comido jamás que me preparaba mi abuela del pueblo.

       Los juegos de cartas con mi padre en verano.

       Los viajes de la parroquia a cualquier pueblo perdido de España para dormir con un saco en el suelo y compartir anécdotas con mis amigos más queridos. 

      Ciudades enteras de playmobil construidas con mi hermano, los juegos inventados de detectives donde éramos Jane y John, y la revista “Las cosas de Pedrito” que inventamos con mi prima Eva.

      Los cafés, las noches charlando durante horas en vez de dormir, los abrazos y las risas compartidas con esos amigos que aún siguen en mi vida, aunque nos separen miles de kilómetros de tierra y agua.

       Los buenos momentos de mis historias de amor pasadas y presentes.

       La alegría indescriptible por mi primer cuento publicado.

       Y tantos libros…. que como pesan es mejor elegir sólo uno : Matar a un ruiseñor, porque me conmueve, y cuando algo te emociona, hace que te sientas vivo.

       Meteré todo esto, y algo básico material porque no hay más remedio. Lo más importante es que vaya donde sea, no lo haré sola porque la energía maravillosa de mi valioso equipaje, siempre me acompañará.