Ya llegó

Ya llegó
      Me gustan esas tardes de primavera en que se empieza a intuir el verano. El aire se torna templado y te empieza a molestar la ropa en las piernas, en los pies y en los brazos. Sólo soportas sentir la ligereza de unos finos tirantes.
     Y llegan los olores... A piscina, a mar, a parrillada en las terrazas, a fruta madura.
Y llegan los sonidos... las voces de la gente en la calle, las olas en la playa; los camareros con su ting-tang- tong corriendo desaforados de un lado a otro de las terrazas.
     Y llegan las imágenes... las piernas desnudas, las faldas cortas, los senos saludando en los escotes; los labios jugosos, pintados y brillantes; las piernas peludas vestidas con shorts de cuadritos, floreados o de colores chillones; las camisetas ajustadas luciendo tórax poderosos, y los niños con sus juegos y sus griteríos, ocupando casi militarmente las plazas y parques de la ciudad.
     Ellos, nuestros niños, son los que reciben a nuestra amiga con más devoción y probablemente son los que más añoran disfrutar de ella en este raro período que nos está tocando vivir. Así que os propongo que ya que no podéis salir a disfrutar con Ella, la invitéis a vuestros hogares. ¡Vestirlos de flores y colores, olvidaros del adulto que sois, buscar al niño que fuisteis y volveros locos por una vez! Dibujar arco iris y prados con flores para decorar las paredes, disfrazaros de primavera o de duendes de las flores; bailar, reír y jugar porque Ella es símbolo de alegría. Buscarle acomodo en vuestra casa a esta alegre dama y así este tiempo de encierro se hará más liviano para grandes y pequeños.