Cosas que no entiendo

     Esta reflexión podría habérseme ocurrido para el Día del Libro y hubiera quedado fenomenal, pero la inspiración llegó más tarde. Así que como a mi entender sería fantástico que cada día celebráramos que existen los libros, pues aquí os va.   

     En este mundo tan cambiante hay muchas cosas que se me escapan, pero algo que no entiendo en absoluto es cuando encuentro a alguien que me dice:

     - No me gusta leer.

     En ese momento me quedo alucinada. Es como si me dijera que no le gusta respirar.

     Entiendo a los padres con niños pequeños cuando dicen que no tienen tiempo para leer porque ya se sabe que hasta que sus vástagos no adquieren cierta independencia, sus padres dejan de ser personas, como suele decir mi amiga Cris. La crianza es una época bonita, pero supone muchos sacrificios y renunciar a la lectura por placer suele ser uno de ellos.

     Entiendo a las personas que son cuidadores de un enfermo o de un familiar anciano, y que me dicen que apenas pueden leer porque esa persona les demanda atención constante y no consiguen concentrarse ni crear un clima interior para sumergirse en la lectura.

     Incluso puedo entender a un niño cuando me dice:

    - Leer es un rollo.

     Porque estoy casi segura de que el problema no es la falta de disfrute, sino que le faltan herramientas adecuadas: Silabea, lee demasiado despacio o demasiado deprisa, no comprende bien, se salta de línea... Todo eso tiene remedio, pero el amor por la lectura suele permanecer aunque el niño no lo manifieste.

     Lo que no entiendo en absoluto es cuando un adulto de cualquier edad me dice que no le gusta leer.

Todavía no he conseguido reaccionar cuando me encuentro con estas personas. Siempre paso de la estupefacción al enfado, y hago grandes esfuerzos para que mis emociones no se manifiesten invirtiendo en ello toda mi energía, a la vez que dibujo en mi cara una de esas sonrisa acartonadas que exhiben los presentadores de televisión, para salvar la situación.

     Tendré que practicar a solas para no enfadarme y así conseguir preguntarle a la persona en cuestión.

     - ¿Y exactamente qué es lo que no te gusta? ¿Te irritan todas esas palabras juntas en la misma página? ¿Te angustian las letras? ¿Tuviste una mala experiencia con la "y" cuando eras pequeño?